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Mostrando entradas de marzo, 2014

El Refugio de Valdemanzano.

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¡Bueno, bueno, qué tenemos aquí! Shhh, no se lo digas a nadie, te voy a descubrir un maravilloso lugar escondido a los turistas, uno de esos encantadores rincones y recursos del Parque Natural del Moncayo que están pero no están. Se trata del refugio de Valdemanzano, situado en otro lugar desconocido para muchos, "el hayedo de Añón". A unos cuantos pasos del Moncayo "enmacetado" tenemos un bosque mágico repleto de encantos que te iré descubriendo muy poco a poco, para que sin apenas darte cuenta lo vayas conociendo y un día despiertes en él. No es el bosque de Caperucita Roja pero hay cazadores, así que cuidado con visitarlo en época de caza mayor. Sí, la hay... En lo que fue cocina del antiguo Aula de la Naturaleza de Valdemanzano se ha habilitado un refugio no guardado de uso público (de libre acceso) que dispone de chimenea, mesa de picnic y leña; junto a dos arroyos donde se puede conseguir agua que habría que potabilizar. Refugio de Valdemanza

Los centros de visitantes del Parque Natural del Moncayo

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Centro de visitantes de Calcena Son tres los centros de visitantes que existen en el Parque Natural del Moncayo y un punto de información en Talamantes. Comenzaré con el que más me gusta y el más difícil de visitar, el de Calcena. Ya te he comentado más de una vez que el aislamiento del sur del Moncayo impide su desarrollo aunque son muchos los recursos naturales y culturales que allí pueden encontrarse, la mayoría sin una oferta turística estable o cerrados. Lo mismo ocurre con este centro del parque; para visitas particulares sólo abre un puñado de días al año y realiza muy pocas actividades que ayuden a dinamizar y aumentar el número de visitantes. Ya imagino que por falta de recursos económicos (es como la pescadilla que se muerde la cola).  Ocupa los bajos de las antiguas escuelas del pueblo, lo que le suma encanto, y son instalaciones amplias y luminosas que ofrecen una audiovisual muy bello y emocionante, tanto que los lagrimones me caían sin poder evitarlo. Puedes ver

Hasta donde una cúpula te puede llevar.

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Yo sólo quería contarte una anécdota pero me dejé llevar... Ya sabes cuanto me gusta viajar en el tiempo cuando la imaginación, el lugar y el momento me lo permiten. Olvidamos tan fácil, que llegamos a pensar que antes de lo nuestro no hubo nada y situamos dimensiones paralelas en el tiempo en otros espacios, sin saber que un día ocuparon el nuestro. Es por ello curioso, y a veces penoso, tener que descubrir en otras épocas el esplendor de lugares que en la actualidad etiquetamos como rurales. No quiero tampoco que nadie se moleste, las comparaciones siempre son odiosas y esas dimensiones están tan ocultas que es complicado llegar a imaginar lo que fueron e imposible explicar porque dejaron de serlo. Existen en nuestro territorio lugares que como faros atraen mi curiosidad, puede ser una leyenda, una anécdota o una fuerte impresión al conocerlos lo que me dice que allí puedo encontrar la puerta que me haga desplazarme a un pasado muy diferente de lo que se es consciente.

De Vozmediano a Aldehuela de Ágreda por el Camino Antonino

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El río Queiles a su paso por una antigua central hidroeléctrica aún en funcionamiento (Vozmediano). Vozmediano es uno de los pueblos del Moncayo soriano que más solemos visitar porque si pasamos cerca nos resulta muy difícil no parar allí en nuestras moncayadas. Hace ya un tiempo que agregamos a nuestros paseos una pequeña ruta que lo une con el escondido pueblo de Aldehuela de Ágreda, por el antiguo camino Antonino o Camino Natural del Agua como lo llaman ahora. Nos gusta descubrir nuevos paisajes no sólo en el espacio sino también en el tiempo y este pequeño sendero está lleno de color, las estaciones eligen sus tonos preferidos y nuestros pasos los van descubriendo. Moncayo tras las nubes y Castillo de Vozmediano Recientemente, me invitaron los propietarios de un hotel rural de Vozmediano que tiene el mismo nombre que este blog para que conociéramos sus instalaciones, me explicaron que la coincidencia de nombres fue casualidad y que les preguntaban bastante por mí, pen