¿Y si el gigante despertara?
Hay noches en que el gigante gime bajo la montaña y espesas nubes negras corren a enjaular el valle temiendo su despertar. Todo se oscurece y tienes miedo de quedar encerrado junto a la bestia, no encuentras la salida y te cuesta respirar. Si despertara de su eterno sueño no tendrías escapatoria, el terror te paraliza y no te das cuenta de que sólo son nubes y el ruido del viento.
Es muy complicado no caer en el desencanto cuando hay tanto pánico alrededor, pero llega la mañana y los rayos del sol acarician las laderas, tranquilizando al mágico ser al que sólo oías roncar. Entonces, miras por la ventana y la naturaleza te regala un paisaje exclusivamente diseñado para ti, ¿cómo pude haber pensado en huir? Son ciclos dicen...
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