Ruinas de San Juan. Allí donde, en noches de luna, la mora canta su romance. Moncayo es tierra de leyendas y no es difícil encontrarse lugares donde se vivieron tristes hechos que intentaron ser borrados de la historia pero que ánimas encantadas consiguen a través de leyendas no sean olvidados. Cerca de Villa Encanto existen unas ruinas donde cuenta la leyenda que una bellísima mujer, llamada Adoyra, canta su romance en las noches de verano, confudiéndose su voz con el sonido del viento. Fue acosada por un fraile de origen noble, hermano del comendador de Añon, encargado de esta ermita situada junto al río, muy cerca del molino donde ella vivía. "Quiso Dios que Adoyra, mujer hermosa, hija de unos sarracenos de Trasmoz, viviese en el molino batanero que a cargo de la ermita se encontraba. Y quiso el diablo, para poner a prueba su fe, que Adoyra quedase viuda y con tres criaturas, pues León el molinero era ya un viejo cuando maridó con la moza. Fray Guillermo mandó llamarla