El lucero del Moncayo.
Venus reposa sobre las cumbres del Moncayo esperando a las estrellas. "Caballo caballero, de capa y sombrero cuenta las estrellas que hay en el cielo, cuentalas tu que yo no las veo, veinticinco y el lucero, veinticinco y el lucero." La Chaminera Allí, junto a las cumbres más altas, brilla el lucero del Moncayo siguiendo al sol tras el ocaso. Duerme, no tengas miedo, las estrellas y planetas guardan una pequeña luz que encenderá de nuevo el astro que ilumine tus pasos. Los negros pensamientos se esconden en la oscuridad de la ignorancia. Espera, no juzgues sin conocer. Cuando no se ve, acusan los que pecan y las malas e interesadas conciencias pueden ser peligrosas. La luz se apaga pero llegará el día y con claridad elegirás como vivirlo y con quien compartirlo. Yo sigo en mi montaña y tras un extraño sueño continúo caminando. Nota: Venus, el lucero del Moncayo, es el segundo objeto más brillante de la noche moncaína tras la luna. En determinadas épocas ...