Noche de verano
Añón de Moncayo. Noche de verano. Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones del viejo pueblo a la anchurosa plaza. En el amplio rectángulo desierto, bancos de piedra, evónimos y acacias simétricos dibujan sus negras sombras en la arena blanca. En el cénit, la luna, y en la torre, la esfera del reloj iluminada. Yo en este viejo pueblo paseando solo, como un fantasma. Antonio Machado. Leyendo a Machado pensaba que era imposible conocer su poesía y no amarla, chispazos de luz trajeron al presente las enseñanzas de aquel maestro que nos sumergió en las profundidades del verso y de la prosa. En aquel entonces no era consciente del tesoro que mi profesor de literatura, Javier Barreiro, estaba depositando en nosotros. Disfrutaba mucho con sus clases, era increíble como exprimía un pequeño texto sacando un delicioso y divertido jugo de entendimiento. Todo aquello quedó oculto en la cueva del pasado, un lugar en nuestra mente al que ...