Viajando en el tiempo por el Moncayo.
Este fin de semana la lluvia invitaba a hundirse en el sofá con un par de libros y visitar el Moncayo a través de ellos. Tenía dos libros sobre la mesa, una novela histórica sobre el poblado celtibero de Oruña (junto a Vera de Moncayo) y la historia del pueblo que al fondo del valle diviso desde Villa Encanto, Añón de Moncayo. Me cuesta digerir un libro la primera vez que lo leo, mi ansiedad de saber hace que los engulla demasiado rápido y hasta que no los leo una segunda vez no los saboreo en condiciones. Esta vez no fue diferente, últimamente he paseado tantas veces por eso parajes que la curiosidad me podía y sin casi darme cuenta acabé los dos libros de un tirón. Una cálida luz iluminando mi rincón de lectura con el murmullo del televisor al fondo me transportó al pasado con el primer libro elegido.


Hay escritores que se regodean en sus creaciones, tienen el poder de la palabra y se sienten semidioses pero les falta la humanidad necesaria para llegar a los mortales. creo que sólo otros semidioses pueden entenderles. Por el contrario, la llaneza de los autores de estos dos libros y sus motivaciones a la hora de escribirlos nos trasladan fácilmente a otras épocas en lugares que tan bien conocen.
La noche de nuevo volvió a atraparme en sus redes de silencio, el crepitar del fuego ya se extinguía, así que me recogí y deposité los libros en la librería del salón. Allí esperarán a una nueva lectura, ya sosegada, y a futuros visitantes de Villa Encanto que, curiosos como yo, vuelvan a abrirlos y viajen en el tiempo a los bellos lugares que rodean la casa y que se describen en ellos.

Vistas del Moncayo desde el yacimiento de Oruña
Hace unos años, cuando mi hijo era más pequeño, visitamos la Oruña junto a un amigo. Recogimos varias pieazas de cerámica que estaban diseminadas por el suelo, y tuvimos la suerte que al volver al pueblo, nos encontramos a unos amigos y uno de ellos era arqueólogo. Entramos en su casa, nos sentamos junto al fuego y nos descifró a qué correspondía cada pieza de cerámica, un asa de una vasija, la base de otra....fue muy ameno. Aún las tengo guardadas en una cajita y cada vez que mi hijo ha dado en el colegio "los celtíberos" las ha llevado causando el asombro de los profesores y de sus compañeros
ResponderEliminarCuando tenga tiempo a ver si monto un video con fotos del yacimiento, lo han dejado muy majico. Además han puesto carteles explicando las diferentes zonas y se puede complementar la visita acudiendo al centro de interpretación del poblado en Vera de Moncayo. Me pareció cara la entrada al centro para los contenidos (3 €) pero culturizarse no tiene precio...
ResponderEliminarM Luz,si hace mucho que no lo visitas acercate y verás que cambio.
Un abrazo.