A la conquista de los castillos del Moncayo.

Oteando nuestro horizonte desde una de las torres del castillo de Trasmoz.

Como si sus pobres torres no hubieran recibido ya suficientes ataques, el pasado sábado nos propusimos conquistar un par de castillos de la zona. Para ello reclutamos a una veintena de aguerridos soldados, a los que desde aquí envío un cordial saludo, y con la colaboración de Luis Zueco, infiltrado en el castillo de Grisel, y gracias a los poderes de la bruja Lola en Trasmoz, conseguimos poder visitar ambos castillos cámaras fotográficas en mano.

Antes enseñamos a nuestros acompañantes que debíamos de ser temerosos de Dios, porque desafiarle pudiera ocasionar que se hundiera la tierra bajo nuestros pies como ocurrió en el Pozo de los Aines, en Grisel, que visitamos y donde practicamos los disparos de nuestras cámaras antes de la batalla.


En el interior del Pozo de Los Aines (Grisel)

Una vez hechas las presentaciones y guiados por nuestro infiltrado experto en castillos, Luis Zueco, nos dirigimos al castillo de Grisel donde uno de sus compinches esperaba para abrirnos las puertas sin que su "noble señor" pudiera evitarlo, encontrándose acorralado de repente por una gran tribu de fotomoncainos que recorrió y retrató todos sus aposentos. Muchas gracias Manuel .


Luis Zueco y su familia fueron unos excelentes anfitriones,
corazones nobles  sin duda habitan el castillo de Grisel.

Antes de dirigirnos al siguiente castillo era obligatorio vigilar la posible llegada de tropas enemigas desde La Diezma, uno de los miradores más impresionantes de esta zona del Moncayo. Allí, la primavera nos brindó un paisaje encantador y Luis nos dibujó un mapa de los sistemas defensivos que utilizaron los anteriores conquistadores que rondaron lo que fue frontera de varios reinos.


En el Mirador de La Diezma

Ya en Trasmoz, paramos a avituallarnos, la conquista de su castillo iba a ser dura, más que nada por la cuestecica que hay que subir. Una vez allí, la bruja Lola con cuatro abracadabras nos abrió sus puertas y pudimos llevarnos las imágenes del ajuar de su último caballero en nuestra cámara, además de contemplar una bellas panorámica desde la torre.






Ambos castillos impresionaron tanto a nuestras huestes que no quisieron marcharse sin hacer un reconocimiento al poeta que tan bien retrató las tierras del Moncayo, armado de sólo una pluma cargada de inspiración. No encontramos su estatua robada y destrozada por los infieles pero "okupamos" su lugar en actitud de espera. Si nuestro segundo castillo conquistado se construyó en una sola noche por un mendigo, ¡qué no podrá hacer un rey para recuperar una bella y evocadora escultura! Ahí queda... ¿te ha gustado? Pues en la próxima incursión te vienes, necesitamos mercenarios para hacernos con nuevos castillos y asentar los ya conquistados.


#BécquerOkupa


Próxima aventura #FotoMoncayo: "Caminando con los Bécquer" (31 de mayo)




Comentarios

  1. Que bien os lo pasasteis, nosotros cuando hicimos la ruta de los Bécquer, nos acercamos al castillo de Trasmoz, pero ya estaba cerrado, solo os falto almorzar en Vozmediano. Saludos

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    1. Jeje, no te creas, comimos de miedo en el albergue de Alcalá de Moncayo que tienen unos nuevos gestores que cocinan de lujo, te recomiendo su pollo con manzanas y setas.
      Saludos!

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    2. Me ha encantado la descripción de la "batalla" Gracias Rocío por tu bellas y dic¡vertidas historias.

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    3. Gracias a ti Piedad, por acompañarnos!
      Un besote.

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