Reunión de brujas con la Tía Luviges, noches con encanto en la Corza Blanca y de nuevo en Los Fayos.
La mariquita de la suerte. |
Este sábado tuvimos reunión de brujas, entiéndase de brujas buenas, no vayamos a pensar mal. Vinieron hasta mi valle: Pilar, saltando el collado Negro que separa Añón y Talamantes, y Piedad, volando desde la otra cara del Moncayo y abandonando su bello valle del Manubles para visitar el de Morana. Pasear con ellas es sumamente instructivo y puedes ahorrarte mucho en médicos, pues conocen multitud de propiedades de las plantas que encontramos mismamente en los ribazos del camino.
Acompañadas por nuestros hechizados caballeros, acudimos a Añón de Moncayo a ver el tradicional salto de la tía Luviges, bruja más poderosa que nosotras pues para volar ni siquiera necesitaba escoba. La pobre voló un día desde lo alto del pueblo, cortado abajo, y casi sin despeinarse aterrizó intacta. Los añoneros dicen que esta buena señora no era bruja, sino inventora del paracaídas porque fueron sus acampanadas sayas las que la salvaron del tremendo golpe. Cada año se empeñan en tirarla de nuevo por el barranco, para comprobar el invento, mientras abajo la esperan los del pueblo para recogerla y llevarla a una gran fiesta que celebran en su honor. Bueno... en realidad es un muñeco lo que tiran y... tengo que confesar que nosotras no somos brujas, pero nos encantaría serlo, y quien sabe si en un siglo cercano alguien cuente la historia de tres simpáticas y bellísimas brujas a las que se veía fotografiar hierbas en las riberas del Huecha.
La Tía Luviges ya a salvo (fotografía de Patricia Perez). |
Nos fuimos de Añón al final de la tarde. Rayos y truenos nos persiguieron hasta nuestro siguiente destino, me esperaban en un conocido restaurante donde se iba a celebrar un gran evento. Se inauguraban las "Noches con encanto de la Corza Blanca" y los del Encanto del Moncayo no podíamos faltar. Mis compañeros de camino me acompañaban porque son parte de él, ya que gracias a ellos lleno muchas hojas en blanco. Iba a ser una gran fiesta con buena conversación, comida y música, todo ello regado con un inmejorable vino garnacha que daba nombre al coloquio en el que iba a participar. Tenía el honor de inaugurar el primero de los coloquios "Garnacha de noche" junto a la singular y encantadora Susana Azanza, de mermeladas Bubuh, y junto a Juan Ruiz, un gran señor que conoce mucha historia de estas tierras y al que me gustaría escuchar en un futuro mucho más tranquila que en esos momentos, ¡qué nervios!
Susana nos contó su bonita historia, crear siempre es maravilloso, sobre todo cuando sus creaciones son tan dulces como las originales mermeladas que fabrica en Trasmoz. Juan Ruiz, es encantador, y ¡cuánto sabe!, tienes que leer algunos de los artículos que escribe en prensa, seguro que aprendes mucho y si eres del Moncayo, te interesa conocer la riqueza cultural del lugar donde vives. En cuanto a lo que dije yo... pues... ya me contarás porque ya no lo recuerdo, hablo como escribo y escribo como hablo, osease sin pensarlo mucho y dejándome llevar, eso puede suponer meteduras de patas varias pero como luego no lo recuerdo pues no me preocupa demasiado. De todas maneras, estoy segura de que todos los asistentes llegamos a la misma conclusión, el Moncayo es una maravilla de lugar que hay que dar a conocer, con muchas posibilidades para el que quiera crear y emprender utilizando los recursos humanos, naturales y culturales que existen y que son necesarios para los que están ya aquí y para los que vengan.
Tras la opípara cena con productos moncaínos (en tierra de gigantes, platos de gigantes), la música se apoderó de la mágica noche. Grandes músicos del Moncayo y de tierras lejanas crearon una clima especial y nos hicieron disfrutar muchísimo. No podría decirte cual me gustó mas porque estuvieron todos estupendos, a veces dudé de si al salir seguiría mi montaña allí o habríamos viajado a las tierras del norte de Europa. Brujas y druidas parecían haberse aliado con estos músicos para crear una atmósfera mágica, atemporal, separada del mundo. Jesús María Sahun, como anfitrión, y Curro Fatas, como gran maestro de ceremonias, enlazaron con cuerdas doradas y etéreas todo aquella magia y nos la regalaron a los asistentes en bandeja de plata con lazo de oro. Será difícil superar esta primera noche de inauguración pero estoy segura que tanto Jesús María como su equipo harán lo imposible por mejorarlo, por mi parte les deseo mucha suerte pues falta alegría nocturna y sitios donde divertirse en la noche moncaína.
Viendo que la suerte estaba de mi lado, el domingo por la mañana volví a los Fayos a resolver un par de cuentas pendientes, llevaba un tiempo queriendo entrar en la ermita de San Benito y también quería subir a los restos de las torres de vigilancia que había en los farallones que se levantan sobre el pueblo. Me acompañó mi amiga Piedad que siempre me había dicho querer conocer Los Fayos. Llovía, pero al llegar a este pueblo un pequeño movimiento de nariz y una abracadabra hizo que dejara de llover. Subimos los más de 300 escalones que llevan a las torres en un entorno precioso, donde crecían unas gigantescas plantas que parecían hinojo, su gran tamaño nos hizo dudarlo. La verdad es que rodeados de tanta belleza no se hizo duro subir ( y nooo, no contamos las escaleras pero Isabel Azalea me ha dicho que hay 324).
Subida a los restos de las torres de vigilancia en Los Fayos. |
Enseñé este mitológico pueblo a mi amiga, sus cuevas donde habitaron gigantes, sus pintorescas calles y también su ermita-cueva que estaba ¡abierta!, jeje, reto superado. Eso sí, una puertecita cerrada con llave en el interior de la ermita parecía subir por un pasadizo al exterior, me dejó otra vez contrariada por no poder ir más allá.
Cueva-ermita de San Benito |
Acabé el fin de semana, de nuevo en Añón, donde asistí a una magnifica conferencia que impartió el presidente del CESBOR, sobre la orden de San Juan, muy relacionada con el pueblo y con su castillo. Seguía a este señor a través del blog del centro de estudios y aunque a veces me costaba entender su gran sentido de humor, pude comprobar que ciertamente es un magnífico orador y ¡muy divertido! Estoy deseando volver a escucharle en otra ocasión. Esta conferencia supuso el cierre de las jornadas culturales que la Asociación la Fragua organizaba y cuyo acto central es el salto de la tía Luviges, con el que comenzaba este pequeño resumen de un gran fin de semana. En unos días suelto lastre y voy a estar más por el blog porque tengo muchas cosas que enseñarte, así que vuelve pronto por aquí, ¡hasta entonces!
Deliciosa narración de "Las Noches con Encanto" de La Corza Blanca y otras actividades de este fin de semana (Vuelo de la Tía Luviges en Añón y rincones mágicos de Los Fayos). Realizada por Rocío, la cronista moncaína de el Encanto del Moncayo.
ResponderEliminarYa estamos diseñando la próxima noche con encanto, que se celebrará el próximo sábado día 16 de Junio.El protagonista será el Medio Ambiente y sus posibilidades, haciéndolo coincidir con la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente.
Gracias por todo y os esperamos¡¡
Gracias a vosotros!!
EliminarUn abrazo.
Ya tenía ganas de que lo contaras!! Al final no fuimos a Alcalá, se nos torcieron los planes :o( y me has dado una envidia y una pena por no haber podido ir...
ResponderEliminarAy pobre, pues ya lo he contado.
EliminarBesos!!
nos encanto compartir el tiempo con vosotr@s,,,,,brujillas,,,claro,,,,y ademas tengo una metida en casa,,,,,que bien!!!!!!!!!1
ResponderEliminarenhorabuena
Una brujilla muy trabajadora, todo el día pegada a la olla. ¡¡Nos vemos!!
EliminarHola Rocío, todavía no había tenido tiempo de comentar alguna cosica de tu intervención de la Corza y me apetecía y hoy que estoy un poco más tranquilo me pongo hacerlo.
ResponderEliminarTu locución me pareció muy natural y humilde sin pomposidades, sin papeles ni guiones por delante, hablando tal y como te dictaba tu mente y tu corazón. Y Rocío, que quieres que te diga, tu principal objetivo que entiendo que era el de acercarnos y traernos el Moncayo desde otros prismas a los que estamos acostumbrados generalmente a verlo y sentirlo, lo lograste. Dibujantes un Moncayo lleno de alternativas, de rutas y de sendas, de costumbres, de gentes, de oficios etc. etc. que por supuesto en una velada y solo en una charla imposible de exponer, quiero terminar aportándote..bueno, en realidad pienso que no es necesario darte nada, pues creo que lo tienes todo muy bien en tu mente, bien, una frase que el otro día venia en el folleto de XVII marcha regional de veteranos que se celebro en Borja “Montañero no es solamente el que vence la montaña, También lo es el que la siente, la admira y la contempla” J.Ramón Lueje, montañero asturiano.
Un saludico Rocío.
Hola Felix!! Lo primero gracias por recordarme mis palabras, jeje, aunque con los que como tú amamos el Moncayo no son necesarias.
EliminarEspero compartir contigo muchos caminos para poder juntos "sentir, admirar y contemplar nuestra montaña"
Un abrazo.
La tercera "brujita", disfrutó de la compañia de las otras dos "brujistas" y sus caballeros de un fin de semana lleno de emociones,risas, de curiosidad por conocer ese mágico lugar que tan sabiamente y de forma tan natural y llena de cariño nos muestra nuestra querida Rocio.(No hay que dejar atras a su compañero de aventuras)Esta brujita y su caballero que vienen de la otra cara del Moncayo en otro valle"encantado" y del que estan enamorados,ya lo estan tambien de éste otro lado. Nuestro bello Manubles nace muy proximo al gran padre Moncayo, al que vemos en muchos de nuestros paseos desde este otro lado y saludamos agradecidos por oque nos ofrece.
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