Castillo rupestre y cuevas de los Fayos.
Una enorme pared rocosa se alza sobre el pueblo de Los Fayos. En estos farallones, formados por conglomerados de areniscas, se abren varias cuevas que asoman sobre los tejados del pueblo.
La Cueva del Castillo de los Moros.
La cueva de Caco.
Esta cueva-castillo es de grandes dimensiones (14,30 m de diámetro y 17 m de altura máxima). Puede visitarse pidiendo la llave en el bar del pueblo o en el Ayuntamiento (En el castillo de la Cueva de Caco). Queda poco de lo que fue castillo, únicamente parte del tapial, un aljibe y parte del canal con el que se recogía el agua. Desde su interior, se podía acceder a lo alto del risco, donde quedan los restos de dos torres desde las que se vigilaba el valle. Su situación fronteriza hizo que sus habitantes lo tuvieran que utilizar frecuentemente para protegerse. La entrada a la cueva-castillo estaba en alto, siendo necesaria una escalera móvil para acceder a su interior, que podía ser retirada en caso de ataque.
"La cueva se abre al exterior por un gran espacio de 18 m de alto y 5 m de ancho aproximadamente, en el que se instaló la puerta. Se cerraría con un muro de tapial sostenido por dos vigas travesañas de sección rectangular apoyadas en las paredes de la cueva, y con un basamento de mampostería sobre el que se abriría la puerta.
La planta es circular, desarrollada en anillos de nivel ascendente desde la abertura al exterior, lo cual fue aprovechado para la instalación de varios pisos. [...] Para comunicación entre pisos se utilizaban escaleras de madera exentas. Había además contrafuertes de piedra, como se aprecia en un pequeño muro que actúa reforzando los cortes de la roca, realizado con pequeñas piedras.
Otra de las oquedades excavadas en la roca se destinó a aljibe. Estaba recubierto de almagra y el agua se conducía por medio de un complejo sistema de canalización tallado en la roca. Comienza en lo alto de la peña, donde una zona en forma de embudo recoge el agua, se encauza por el canal y baja a lo largo de toda la roca hasta una zona próxima a la puerta del castillo, allí atraviesa la roca y entra en el interior a lo largo de la pared para caer en el aljibe.
El hogar se localiza en un lateral de la cueva, en el extremo de uno de los pisos y cercano a la puerta, siendo todavía visible las huellas de hollín que recubren todo el techo de la cueva.
Hay otra dependencia superior del castillo que se ubica en una prolongación lateral de la cueva. Está situada sobre un escalón en la roca (de 13,50 m de largo), totalmente abierto al exterior por lo que se construyó un muro de tapial para cerrarlo. El muro se abría con varias saeteras y serviría para vigilancia del exterior y defensa de la puerta del castillo. Esta dependencia cuenta con cuatro habitaciones, aprovechando cavidades naturales o excavadas en la roca, de pequeño tamaño (una media de 2,5 m de ancho)."
Otras cuevas:
A lo largo de los mallos se abren también la cueva de los Callejones, camuflada entre las casas, y la cueva de las palomas o de las Lumbreras por la que discurre una antigua canalización arabe.
En otra de las cuevas está situada la ermita de San Benito, ya habitada durante los siglos IX-X por eremitas que se refugiaban del mundo terrenal en su interior. Hubo también un monasterio benedictino, dicen que el propio San Atilano tomó allí sus hábitos. La actual ermita es del siglo XVIII y está cubierta con media bóveda de roca y otra media de obra. Puede visitarse pidiendo la llave al vecino que la guarda.
Ha sido numerosa la bibliografía consultada para escribir este entrada, porque numerosos también eran los errores encontrados en afirmaciones alegres de visitantes o personas que sólo hablan por referencias, e incluso en enciclopedias virtuales (el copia y pega está haciendo estragos). Por lo que si en algún momento hubiera incurrido en algún error, te agradecería me avises y nutras mis conocimientos sobre este "fantástico" pueblo y sus cuevas. Hemos paseado mucho por Los Fayos, otro día te cuento más cosas del pueblo y de sus alrededores, pues es una maravilla pasear por la ribera del Queiles a su paso por este lugar.
También te puede interesar:
Cueva del Castillo de los Moros. |
La ausencia de una investigación arqueológica sistemática y la inexistencia de textos escritos hasta 1128, hace que sepamos poco sobre la antigua utilización de estas cuevas. Supondremos, entonces, que el nombre de la Cueva del Castillo de los Moros tiene algo que ver con los pobladores anteriores a la reconquista, aunque al contrario que en el resto de la comarca los primeros pobladores conocidos de los Fayos eran cristianos viejos, no mezclados con mozarabes. Se puede acceder a su interior por una pasarela que cruza el río Alto, acequia que cruza el pueblo en su parte alta. Su nombre y aspecto hace que muchos la confundan con el castillo medieval que había en otra de las cuevas, la más grande.
Cueva del Castillo de los Moros (vista desde la carretera) |
Interior de la cueva. |
El castillo medieval, del que sí tenemos conocimiento en documentos de principios del siglo XII, se encontraba en la mayor de estas cuevas, la que se conoce como la cueva de Caco. Este gigante mitológico, amigo de lo ajeno, la habitó primero o al menos eso cuentan. Dicen las gentes del lugar que allí escondió el ganado que robó al poderoso Hércules, otro gigante de la zona. Se agenció con 4 bueyes y 4 vacas a las que arrastró del rabo para que sus huellas engañaran a Hércules, cuando siguiera el rastro, pero el resto del ganado oyó y siguió los mugidos de una de las novillas robadas. Cuando los dos colosos se encontraron, comenzó un fuerte combate por el que fueron surgiendo los ríos y las montañas tal como se encuentran actualmente, el Moncayo fue la última piedra que Hércules puso encima del derrotado Caco. La leyenda tiene múltiples versiones, unos dicen que se chivó la hermana de Caco, también gigante y conocida como Caca, otros sitúan el lugar al otro lado del Moncayo, en Cueva de Agreda o Beraton y los hay que aseguran que Caco no murió en el combate. Y bueno, como verás, la tradición oral poco tiene que ver con la mitología griega y romana de las que surgieron estos personajes.
Entrada a la cueva de Caco. |
Esta cueva-castillo es de grandes dimensiones (14,30 m de diámetro y 17 m de altura máxima). Puede visitarse pidiendo la llave en el bar del pueblo o en el Ayuntamiento (En el castillo de la Cueva de Caco). Queda poco de lo que fue castillo, únicamente parte del tapial, un aljibe y parte del canal con el que se recogía el agua. Desde su interior, se podía acceder a lo alto del risco, donde quedan los restos de dos torres desde las que se vigilaba el valle. Su situación fronteriza hizo que sus habitantes lo tuvieran que utilizar frecuentemente para protegerse. La entrada a la cueva-castillo estaba en alto, siendo necesaria una escalera móvil para acceder a su interior, que podía ser retirada en caso de ataque.
Castillo rupestre de los Fayos en la cueva de Caco. |
La planta es circular, desarrollada en anillos de nivel ascendente desde la abertura al exterior, lo cual fue aprovechado para la instalación de varios pisos. [...] Para comunicación entre pisos se utilizaban escaleras de madera exentas. Había además contrafuertes de piedra, como se aprecia en un pequeño muro que actúa reforzando los cortes de la roca, realizado con pequeñas piedras.
Otra de las oquedades excavadas en la roca se destinó a aljibe. Estaba recubierto de almagra y el agua se conducía por medio de un complejo sistema de canalización tallado en la roca. Comienza en lo alto de la peña, donde una zona en forma de embudo recoge el agua, se encauza por el canal y baja a lo largo de toda la roca hasta una zona próxima a la puerta del castillo, allí atraviesa la roca y entra en el interior a lo largo de la pared para caer en el aljibe.
El hogar se localiza en un lateral de la cueva, en el extremo de uno de los pisos y cercano a la puerta, siendo todavía visible las huellas de hollín que recubren todo el techo de la cueva.
Hay otra dependencia superior del castillo que se ubica en una prolongación lateral de la cueva. Está situada sobre un escalón en la roca (de 13,50 m de largo), totalmente abierto al exterior por lo que se construyó un muro de tapial para cerrarlo. El muro se abría con varias saeteras y serviría para vigilancia del exterior y defensa de la puerta del castillo. Esta dependencia cuenta con cuatro habitaciones, aprovechando cavidades naturales o excavadas en la roca, de pequeño tamaño (una media de 2,5 m de ancho)."
"Un viaje a las fortificaciones medievales de Tarazona y el Moncayo."
ALEJANDRA GUTIÉRREZ LÓPEZ. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE ZARAGOZA
Dependencia superior del castillo por la que se accedía a las torres defensivas. |
Otras cuevas:
A lo largo de los mallos se abren también la cueva de los Callejones, camuflada entre las casas, y la cueva de las palomas o de las Lumbreras por la que discurre una antigua canalización arabe.
En otra de las cuevas está situada la ermita de San Benito, ya habitada durante los siglos IX-X por eremitas que se refugiaban del mundo terrenal en su interior. Hubo también un monasterio benedictino, dicen que el propio San Atilano tomó allí sus hábitos. La actual ermita es del siglo XVIII y está cubierta con media bóveda de roca y otra media de obra. Puede visitarse pidiendo la llave al vecino que la guarda.
Acceso a la Ermita de San Benito. |
Ha sido numerosa la bibliografía consultada para escribir este entrada, porque numerosos también eran los errores encontrados en afirmaciones alegres de visitantes o personas que sólo hablan por referencias, e incluso en enciclopedias virtuales (el copia y pega está haciendo estragos). Por lo que si en algún momento hubiera incurrido en algún error, te agradecería me avises y nutras mis conocimientos sobre este "fantástico" pueblo y sus cuevas. Hemos paseado mucho por Los Fayos, otro día te cuento más cosas del pueblo y de sus alrededores, pues es una maravilla pasear por la ribera del Queiles a su paso por este lugar.
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- Cueva de Agreda, en el valle del Araviana
- La mesa del gigante Caco
- En el castillo de la Cueva de Caco
mis yayos tienen una casa en los fayos y voy cada verano, en fiestas se lo pasa uno genial, además puedes ir a las piscinasaaa!!!!
ResponderEliminary yo también
EliminarMe parece estupendo, sois muy afortunados.
EliminarUn besote.
Me he quedado ENCANTADO con vuestro blog y extraordinario trabajo de investigación, divulgación y fotografías. Soy seguidor vuestro y os voy a enlazar en mi blog Caminatasalas8. Felicidades por vuestra trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias Juan, me alegro de que te haya gustado y por el enlace.
EliminarUn abrazo.
Hola, busco referencias sobre una posible cueva en las laderas del Moncayo que dan hacia Agreda o poblaciones próximas por la presencia del Capitán D. Alonso de Contreras (otras veces alférez o también sargento mayor), figura que también me fascina, que en 1608 anduvo de ermitaño por el Moncayo, viviendo siete meses en una ermita o cueva? (Nuestra Señora de la Gracia) situada a poco más de media legua de la población de Ágreda (como unos 2,5 kms o quizá algún centenar de metros más) y acudiendo a misa todos los días al convento de San Diego de los franciscanos descalzos y los sábados a pedir limosna por las calles de la ciudad. Tomó por nombre religioso el de Fray Alonso de la Madre de Dios y fue apresado y llevado a Madrid por unas injurias y falsedades, hacía cinco años atrás, en 1603, en relación al descubrimiento fortuito de un alijo de armas escondidas y una hipotética relación con un levantamiento morisco en un pueblo de Extremadura (Hornachos) del que saldría airoso.
ResponderEliminarGracias, saludos y enhorabuena por el blog