Noche de difuntos.
Noche de difuntos, la delgada línea que separa este mundo con el más allá se estrecha hasta romperse permitiendo la entrada de las "animicas" que quieren regresar. Pero ya es tarde, sus cuerpos no están y sus familiares han de guiarles de vuelta a su lugar.
Las campanas suenan a muerto y las calaveras iluminan el camino al cementerio, una luz por cada vecino enterrado entre sus muros. Flotan las velas en aceite en una súplica al cielo y se recuerda con "estadales" blancos a los niños fallecidos, rojos para los adultos (Trasmoz, noche de las ánimas)
"Venid fieles a rogar por las ánimas en pena, que en prisiones y cadenas padecen sin descansar..."
Son ritos de origen celta para que las almas no vaguen en pena que se cristianizan fundiéndose con la celebración del Día de Todos los Santos, festividad cristiana que para encubrir costumbres paganas se trasladó del 13 de mayo al 1 de noviembre y que precede al Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre). Honramos así conjuntamente a las fuerzas de la naturaleza que acortan los días del invierno acercándonos al reino de la oscuridad, a todos los santos conocidos y desconocidos y tras la noche de ánimas oramos por los que ya no están y, sobre todo, por los que aún han de purificarse para alcanzar el descanso eterno.
No seré yo quien huya de los muertos habiendo tanto "vivo" suelto con piel de cordero. Todos participaremos tarde o temprano en la "divina comedia" y no todos la superaremos, será necesario una luz que nos guíe. Antes, habrá que descender por el cono de los infiernos y conocer las historias de los que allí penan, sin saberlo, en un bucle eterno; alejándote del último círculo donde moran los traidores junto a su maligno jefe. No soy cobarde pero evito escarnios y desprecios innecesarios. Con humildad, esperanza y perseverancia se consigue llegar a la cima del purgatorio dejando atrás a los soberbios, envidiosos, iracundos, perezosos, avaros, glotones y lujuriosos. Sólo así podrás beber las aguas del Leteo y del Eunoe para olvidar lo malo y recordar únicamente lo bueno, siendo esta la única manera de que las almas perdidas encuentren la escalera al Paraíso.
Tañen las campanas, enciendo mi calavera y cierro mi ventana. El cielo puede esperar...
Las campanas suenan a muerto y las calaveras iluminan el camino al cementerio, una luz por cada vecino enterrado entre sus muros. Flotan las velas en aceite en una súplica al cielo y se recuerda con "estadales" blancos a los niños fallecidos, rojos para los adultos (Trasmoz, noche de las ánimas)
"Venid fieles a rogar por las ánimas en pena, que en prisiones y cadenas padecen sin descansar..."
Trasmoz. |
Son ritos de origen celta para que las almas no vaguen en pena que se cristianizan fundiéndose con la celebración del Día de Todos los Santos, festividad cristiana que para encubrir costumbres paganas se trasladó del 13 de mayo al 1 de noviembre y que precede al Día de los Fieles Difuntos (2 de noviembre). Honramos así conjuntamente a las fuerzas de la naturaleza que acortan los días del invierno acercándonos al reino de la oscuridad, a todos los santos conocidos y desconocidos y tras la noche de ánimas oramos por los que ya no están y, sobre todo, por los que aún han de purificarse para alcanzar el descanso eterno.
Cementerio de Trasmoz. |
No seré yo quien huya de los muertos habiendo tanto "vivo" suelto con piel de cordero. Todos participaremos tarde o temprano en la "divina comedia" y no todos la superaremos, será necesario una luz que nos guíe. Antes, habrá que descender por el cono de los infiernos y conocer las historias de los que allí penan, sin saberlo, en un bucle eterno; alejándote del último círculo donde moran los traidores junto a su maligno jefe. No soy cobarde pero evito escarnios y desprecios innecesarios. Con humildad, esperanza y perseverancia se consigue llegar a la cima del purgatorio dejando atrás a los soberbios, envidiosos, iracundos, perezosos, avaros, glotones y lujuriosos. Sólo así podrás beber las aguas del Leteo y del Eunoe para olvidar lo malo y recordar únicamente lo bueno, siendo esta la única manera de que las almas perdidas encuentren la escalera al Paraíso.
Tañen las campanas, enciendo mi calavera y cierro mi ventana. El cielo puede esperar...
Nos vemos en el Paraíso ;-) |
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