Ruta circular: S-2 Barranco del Apio.
El milagro de la primavera llega al Parque Natural del Moncayo y nosotros no podemos perdérnoslo. Es hora de aceptar la invitación de un espectacular camino que nos tienta siempre que visitamos la Fuente de los Frailes, situada al final del tramo asfaltado de la carretera que sube al Santuario del Moncayo.
Partimos de este agradable lugar, donde corre siempre agua por sus fuentes y barrancos, por el camino que se adentra en el bosque, al final del parking. Tras el gris hayedo, aún sin hojas, nos recibe un cobrizo y enorme pinar que nos protege del sol. Entre los huecos de los árboles asoma el valle y a los lados del camino abunda el musgo y las florecillas silvestres, muchas y variadas como es habitual en este espacio natural.
Es una ruta circular que no tiene pérdida ya que está señalizada. Hay que seguir esta pista hasta el collado de Juan Abarca, donde un cruce de caminos nos indica que debemos desviarnos por el cortafuego para tomar otra pista superior que nos llevará al punto de partida. Nos seguirá los pasos durante gran parte del camino el característico Cabezo de la Mata, al que podemos acceder por una senda que parte del mismo cruce, otra opción sería continuar hasta el embalse de Morca y el hayedo de Añón, tomamos nota para próximas excursiones y continuamos ahora cuesta arriba, uf, esto cansa. Nos encontramos con muchos excursionistas tumbados en los prados y dan ganas de hacer lo mismo, pero hay que acabar antes de que se vaya el sol. Al final del cortafuego nos reciben unos tempraneros narcisos silvestres, el esfuerzo ha valido la pena, aprovecho la excusa para tumbarme en el verde y hacerles una foto, que desentrene…
Seguimos entre pinos silvestres acompañados de unos impresionantes acebos, que llenan el camino de sus bolitas rojas; únicamente los pies femeninos tienen frutos pero aquí hay muchísimos ejemplares y de gran tamaño, las cumbres están más cerca y se ve la nieve y el Cucharón con “La Casa” debajo. Pero antes hemos pasado por la parte alta del Barranco del Apio contemplando unas maravillosas vistas del somontano e identificando los pequeños embalses de sus diferentes pueblos, ¡qué bonitos! Salimos a la pista que sube hacia la cima, en la curva de la Herradura, y en unos metros nos adentramos de nuevo en el hayedo. Un pequeño sendero señalizado con mojones nos acercará hasta el parking. El invierno ha sido duro aquí y enormes ramas han caído en el camino por el peso de la nieve, ¡ay!, eso no es nada comparado con el daño que podría hacer una botella de cristal, de una famosa marca, que he encontrado llegando al parking. He jurado en hebreo pero lo único que puedo hacer es recogerla y tirarla en el contenedor con babosa incluida, a la pobre le he estropeado su peligrosa casa.
Es una ruta sencilla de unos cuatro kilómetros, muy bonita y de fácil acceso. Se puede ir con niños, eso sí, no dejéis que arranquen las flores para que puedan disfrutarlas los que vengan detrás y, sobre todo, tenéis que repetirles las veces que sea necesario que la naturaleza es un regalo que hay que cuidar mucho, porque su destrucción es "nuestra destrucción".
Vistas desde el Barranco del Apio. |
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