EL PESAJE DE LOS NIÑOS
Último domingo de septiembre
FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO DE ARAGÓN
"En las tierras de Moncayo la mayoría de la población ha dependido tradicionalmente de la agricultura, uno de cuyos cultivos básicos era el trigo. Además de constituir un medio de vida, pues con él se hacían los panes cotidianos, cumplía un papel ritual y simbólico en las rosquillas de fiestas y el pan dormido, en la bendición de los campos o cuando se arrojaban espigas a la calle para dar suerte y propiciar felicidad y abundancia a las parejas de recién casados, como citan Luis Miguel Bajén y Mario Gros. La fertilidad de la tierra y del hombre iban unidas. Lituénigo es uno de los lugares donde el rito de sacralización del trigo alcanzó, y todavía alcanza, una de sus plasmaciones más interesantes. San Miguel Arcángel, celebrado cada 29 de septiembre, es el patrón de la localidad y ocasión de su fiesta mayor, prolongada a la jornada siguiente, en el día de San Miguelico Con la cosecha guardada en los graneros, marcaba tradicionalmente la fecha de pagos y nuevos contratos. Es tradición, según recogen fotográficamente Luis Miguel Bajén y Mario Gros, realizar una llega o recogida de trigo. Los mayordomos, encargados de allegarse el cereal, protagonizan los actos. Para fomentar la participación hoy en día se eligen por calles y riguroso turno, como explica Jesús Hernández. En una balanza romana, custodiada en el Museo del Labrador, se pesan los niños y niñas nacidos durante el año, antes en Lituénigo y en la actualidad naturales del pueblo o descendientes de familias que no renuncian a sus orígenes. También el pesaje se ha convertido en un gesto simbólico, pues en el fondo no se trata de equilibrar las cestas del bebé y del grano, ya que éste es siempre más abundante. Concluida esta operación se procede a la subasta, con la fórmula de tantos. Se crea un pasillo humano a ambos lados de la entrada de la iglesia de la Purificación de la Virgen. La subasta comienza y a cada oferta el pujador camina por el pasillo para coger una llave colgada en la puerta. El precio supera siempre al real del mercado, de manera que cuando el ganador toma la llave y la besa está donando una cantidad de dinero para San Miguel. En los orígenes de esta fiesta se mezclan historia y leyenda. Cuentan que un matrimonio que no podía tener descendencia pidió consejo a un fraile capuchino, quien les aseguró que debían encomendarse a San Miguel y ofrecerle, como limosna, el peso en trigo de la criatura recién nacida. El hijo llegó y los padres cumplieron su promesa. Es indudable la conexión simbólica entre la balanza física para el peso del trigo y los niños y la figura de San Miguel, al igual que la noticia recogida por Luis MiguelBajén y Mario Gros –citando a L. Lozano– de que los habitantes de Lituénigo entregaban un tributo en trigo a la Iglesia, por San Miguel, ya en 1295. El pago del diezmo parece estar en el trasfondo de este ritual, pues también existe en el lugar una piedra del ahorcado que recoge otra leyenda vinculada al pago de impuestos. Sin embargo, no podemos olvidar su marcado carácter integrador: con esta ceremonia el niño ingresaba públicamente en la comunidad. El Pesaje de los niños, declarado como Fiesta de Interés Turístico de Aragón en 1998, está en pleno auge y en la actualidad tiene lugar el último domingo de septiembre." Fuente: Colección Territorio
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