Gastronomía Moncaína: Rosquillas de Anis al estilo Casa Manubles.
Las tardes lluviosas son excelentes para reunirse con los amigos e intercambiar vivencias, risas y, en nuestro caso, conocimientos. Este último fin de semana nos visitaron Piedad y Ramón, propietarios de la casa rural Manubles, con los que tenemos una gran amistad y a los que conocimos gracias a nuestra pasión por el Moncayo. Piedad no se maneja del todo bien con la informática por lo que le echo una mano cuando lo necesita, sin embargo es una excelente cocinera y repostera y vino dispuesta a que aprendiéramos a hacer sus famosas rosquillas de anís. Y como me dio permiso para compartir la receta con los seguidores del blog, allá voy...
Ingredientes:
- 1 huevo, ingrediente que utilizaremos como referencia para el resto de medidas que debes multiplicar por la cantidad de huevos que utilices.
- 60 gramos de azúcar para la masa.
- 60 gramos de aceite de oliva.
- 60 gramos de anís.
- 250 gramos de harina (según la marca comercial es posible que la masa pida más, añade un puñadico más si ves que lo necesita).
- 1 cucharada pequeña rasa de levadura (tipo cuchara de desayunos).
- Aceite de oliva o girasol para la fritura.
- Un plato hondo con bastante azúcar para rebozarlas una vez fritas.
Preparación:
Piedad ha pesado y mezclado los ingredientes para la masa con Thermomix (ha venido muy preparada), pero nosotros somos más manuales y tendremos que hacerlo con un batidor y una báscula de cocina.
1- Batimos el huevo y mezclamos con el azúcar.
2- Posteriormente añadimos el aceite y seguimos batiendo echando el anís.
3- Cuando está todo bien batido, pasamos a amasarlo junto a la mitad de la harina y luego con la levadura, mezclamos bien y continuamos echando el resto de la harina.
4- Seguimos amasando hasta obtener el espesor adecuado.
5- Espolvorea la mesa de trabajo con un poco de harina, coge porciones de la masa para hacer churros finitos que unirás, a modo de rosquillas. Mientras calienta aceite abundante con un trocito de cáscara de cítrico (limón, pomelo, naranja, etc).
6- Cuando el aceite esté caliente, fríe las rosquillas a fuego medio-alto y dales la vuelta para que se doren por igual. Cuando estén fritas colócalas sobre papel de cocina para que no queden aceitosas y rebózalas con azúcar normal antes de que se enfríen.
No te puedes imaginar el olor tan dulce y auténtico que aún continuaba en la casa al día siguiente cuando nos levantamos y por supuesto desayunamos con estas deliciosas rosquillas. Ahora nos toca hacerlas a nosotros solos, ya te contaré... aunque alguna llamada de auxilio tendremos que hacerle a Piedad. Y si lo conseguimos, las añadiremos a nuestros desayunos moncaínos.
Servicio de desayunos en la habitación de la casa rural "Cuenta la Leyenda" |
¿Te animas a hacerlas tú? Si no te salen, siempre puedes visitar el bello valle del Manubles y preguntarle a Piedad y Ramón. Son unos excelentes anfitriones y dirigen una casa rural pionera y "de las de verdad".
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¡Pero qué bien explicada la receta!
ResponderEliminarSeguro que os salen muy ricas, tomasteis muy buena nota de ello.Nos vemos pronto.